domingo, 4 de octubre de 2015

Y es en ese momento en el que te das cuenta que estás sola. Realmente, ¿a quién tienes?
Exacto es que cuando llegas a olvidarte poco a poco de la gente, la gente poco a poco empieza a olvidarte de ti. Y es así como estoy ahora. Olvidada. Por mi y por parte de gente que quería.
Nada va a ser lo mismo, porque todo ha cambiado. Y es precisamente en ese instante cuando más necesitas a esas personas.

martes, 7 de julio de 2015

Agotada- Agotada de que chupe cada mililitro de energía que tengo en mi cuerpo. Hoy es negro, mañana es blanco. Pero no, no puede decir las cosas claras. Se cambia mi mente por una parte si y por otra no. Es una extraña sensación que había desaparecido, pero no, sigue ahí. ¿Harta? Hartísima. Que se acabe ya. Que me deje en paz. Que me deje.

sábado, 23 de mayo de 2015

Dos años. 730 días. Por tan sólo 10 minutos. 10 minutos estuve de verle a menos de 1 metro de mi. Por tan sólo 10 minutos estuve a sentirle, a ver que es real, que no es una imaginación. A 10 minutos.
Todo lo que puede pasar en unos simple 10 minutos de tu vida pasó. Si el arrepentimiento de esto es de grande valor, a mi no me sirve. Fueron tan solo 10 minutos, para poder llegar a ser el día más feliz de mi vida.
Solo espero que algún día llegue el día en que poder conocerle y estar junto a él. Por esos 10 minutos de mi vida, espero que la vida me de algo mejor.
10 minutos.

miércoles, 29 de abril de 2015

Arrepentida. Desquiciada. Con ganas de llorar. Así es como llevo cuatro días. Sin dejar de pensar en lo mismo. Él ya no me importa. Mi prioridad es quien me ha sabido aguantar durante más de un año. Una persona que me ha cuidado y me ha tratado como nadie.
¿Dolida? Más dolida que él no puedo estar, pero después de hacer daño a la persona que más quieres en este momento lo que se me pasa es "¿cómo es capaz de seguir confiando en mi?"
¿Incómoda? Incómoda por hacerle daño, por mirarle a los ojos y que no paren de salir "lo sientos" como las veces que respiro.
¿Horrible? Soy el monstruo al que todos temen. Soy el daño irreemplazable en una pareja.
Soy el dolor que nadie quiere.
Situación fangosa en la que me he metido de lleno. Como si de unas arenas movedizas se tratasen, y te ahogasen las lágrimas y las palabras, porque sí, porque ya no sabes de que más formas pedir perdón.
Porque ya es tarde. Porque el dolor ya está hecho.
Porque los hechos ya lo dicen por si solo.
Porque a él no le merezco.

domingo, 26 de abril de 2015

¿Otra vez? Creo que llevaba tiempo deseando besar sus labios de nuevo, y sí, ha vuelto a suceder