sábado, 25 de noviembre de 2017

Y parece que volvemos otra vez. Como un fénix que ranace de sus cenizas, yo, vuelvo a resurgir de las mías.
Apenas 4 años han pasado desde la primera vez y la cabeza da vueltas, pensando en cosas terribles.
Cuando todo lo que esperas que pase, obviamente se tuerce y cambia al sentido contrario, llevándote el chasco del año.
¿Qué 2017 iba a ser mi año? Y 2017 se ha reído en mi cara a carcajada limpia.
Este 2017 me ha hecho reflexionar, me ha hecho cambiar, y me ha hecho volverme más adulta. Pensar en los problemas que hay y ser realista con lo que pueda pasar.
Este 2017 me ha hecho ser quien soy ahora.
Me ha hecho desconfiar de gente por la que pondría la mano en el fuego.
Me ha hecho daño, mucho daño.
Me ha hecho derramar muchas lágrimas de las que no quieres que salgan porque tienes ese nudo en la garganta.
Me ha hecho superarme a mi misma y conseguir sueños.
Me ha hecho viajar, poco, pero más de lo común.
Me ha hecho retarme a mi misma.Y reírme de mi misma.

Me ha hecho replantearme la vida, me ha hecho cambiar.