Soledad:

1. f. Carencia voluntaria o involuntaria de compañía.

2. f. Lugar desierto, o tierra no habitada.

3. f. Pesar y melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguien o de algo.

Y no os recomiendo que tengáis hijos con 18 años de diferencia. Se nota. Duele. Es como un escalofrío que te recorre todo el cuerpo, ya que has estado sólo toda la vida. Te haces mayor y eres "lo peor" que puede haber. No. Nunca hagáis el daño que yo he sufrido a vuestros hijos, a no ser de que quieran tener lecciones moralizantes por tres partes, tener dolor por duras palabras y que se sientan solos.
Nunca lo hagáis.

¿SUERTE?

Y sí, hace ya 3 veranos que mi vida sigue en ese constante bucle de mala suerte. Es gracioso, porque a lo largo de este año me he encontrado a gente que decía que no tenían nunca suerte y yo motivándoles a que no todo es un golpe de suerte. Pero ahí llega mi papel... Cuando todos los centímetros cúbicos de positividad que tenía en mi cuerpo se han ido mermando te das cuenta de que no, no has tenido suerte. Y bien hecho esta el dicho: "hay gente que nace con estrella y otra que nace estrellada". Sí, yo soy del segundo grupo.

Al menos parecía que hace unos años tenía algo de suerte, pero no, me equivocaba... Creo que nunca conseguiré nada de lo que me proponga, Soy del grupo de los estrellados.

¿Qué cómo soy?

Soy una persona que intenta hacer reír a la gente, aunque ella esté rota por dentro, no le gusta ver a la gente que quiere mal. Soy una persona divertida, aunque cuando se pone seria me meto en el papel.
Me gusta el arte, soy una persona que no sigue corrientes de gente normal, sino que las quiere cambiar, quiere ir por otro lado.
Soy desagradable cuando me lo propongo. Cabezota, muy cabezota: si yo digo que no quiero eso no lo voy a querer aunque me muera de ganas por tenerlo. Soy muy orgullosa.
Me cuesta pedir perdón. Si me enfado... créeme que nunca me querrás ver enfadada, me caliento y empiezo a decir barbaridades, solo por hacer daño.
Soy dañina cuando quiero.
No te voy a dar nunca un abrazo, a no ser que realmente crea que te lo mereces. Soy muy poco cariñosa, aunque sé que cuando encuentre a esa persona especial, seré lo más pesado que hay en este mundo.
Nunca digo adiós, porque significa que nunca volverás a ver a esa persona. Suelo decir hasta luego.
Suelo entrar a todos los sitios con el pie derecho, creo que ya es una manía como otra cualquiera, me crea una seguridad positiva.
Odio que me toquen los pies, o que me toquen con los pies. Odio el arroz a la cubana y el helado de fresa, el batido de fresa y las tartas con fresas, excepto esas tartas de hojaldre que tiene frutitas y están realmente deliciosas.
Soy una persona que cuando quiere algo, lo quiere tener en este momento. Soy muy impaciente.
Me gusta soñar... Soñar que consigo las cosas que yo quiero.
Soy muy vaga....
No me gusta que me digan cuando he hecho mal algo... Odio que me lo reprochen.
Hay veces que parece que no tengo sentimientos. No me gusta llorar delante de la gente, porque da la sensación de debilidad. Una vez me rompí el brazo y ni siquiera lloré.
Me gusta enterarme de todo lo que sucede en el mundo, soy una mujer que tiene que estar informada de lo que pasa 24h.

Y así soy yo, de esta manera quieras o no, seré...

Y volvemos a 2 años atrás. Otra vez tú, ¿por qué?
Son situaciones que nos dejan marcados, son personas que has querido o que te has llegado a obsesionar con ellas y que cuando las empiezas a olvidar, ¡zas!, otra vez aparecen. ¿Por qué?
Otra vez en las mismas, yo por ti y tú pasando de mi, llegando a ser el tipo más grosero y al que más rencor puedo tener en este momento. Pero no, yo sigo pensando en mi cabeza en ti, ¿por qué?
Me preguntó que por qué la vida hizo que entrases en mi vida, y el por qué hace que sigas ahora, cuando sinceramente, nunca has demostrado un gesto cariñoso, ni nada por mi.
Ese sentimiento de querer estar contigo pero a la vez contradictorio porque sé que me vas a hacer daño, porque me va a doler estar contigo, porque no hemos nacido para estar juntos.
Pero, ¿por qué narices entraste en mi vida? Y de esa forma...
Algo o  alguien dentro de unos años hará que me dé cuenta del por qué de esta situación. Pero sí, otra vez he vuelto a caer en tu telaraña.

Sí, eso que dicen de que "nada es imposible" es mentira. Seguro que fue alguien que deseaba demasiado algo y por suerte lo consiguió, pero no, por un lado u otro nunca va a pasar. Así que no creas en el amor, porque te vas a hacer daño. "Nunca ames".

Son sentimientos confusos los que sentía en esa fría tarde de invierno. Eran sentimientos que iban desde el odio hasta la soledad.

Se sentía sola, porque no se veía arropada ni por ella ni por nadie. No confiaba ni en su propia sombra porque ya le había fallado un par de veces.

Era fría como la soledad, fría como la nieve, fría como un témpano de mármol.

El odio por lo mismo de siempre. Ella siempre era la mala del juego, la que rompía las reglas, la que destrozaba todo, la que decía la verdad aunque les doliese. Ella era única. 

Seamos sinceros, ella era una muñequita de cristal que cuando se sentía inundada por los sentimientos, se rompía en mil pedazos.

Nunca había sentido este sentimiento. El querer a alguien pero ya no sentir nada por esa persona. Es una extraña sensación que me va minando poco a poco y ya no se que hacer....

Y otra vez lo he vuelto a hacer. Sí. Volver a hacer daño a gente que quería, pero siempre sin querer. Mi subconsciente parece que solo quiere hacer daño, aunque yo no quiera. ¿Por qué?,  ¿por qué otra vez? 

No entiendo la finalidad de mi existencia, si lo único que hago es perjudicar a otras personas. ¿No se supone que hay que amar al prójimo?¿Por qué yo no vivo como todos?¿Por qué siempre hago daño a alguien?

A consecuencia de todo esto, otra vez los pensamientos volvieron a surgir desde mi yo más interno. Volver al sufrimiento, una vuelta atrás a todo lo pasado, a querer disimular lo mal que puedo estar por dentro, a volver a los cortes en las muñecas.

Es doloroso ver como alguien se autolesiona, pero más doloroso es ver como ese alguien eres tú y como necesitas hacerlo para poder aliviar tu dolor interno. Pero no, no lo hice, porque hice una promesa conmigo misma de no volver hacia atrás. Sólo ir hacia delante. Sólo mirar al horizonte.