miércoles, 29 de abril de 2015

Arrepentida. Desquiciada. Con ganas de llorar. Así es como llevo cuatro días. Sin dejar de pensar en lo mismo. Él ya no me importa. Mi prioridad es quien me ha sabido aguantar durante más de un año. Una persona que me ha cuidado y me ha tratado como nadie.
¿Dolida? Más dolida que él no puedo estar, pero después de hacer daño a la persona que más quieres en este momento lo que se me pasa es "¿cómo es capaz de seguir confiando en mi?"
¿Incómoda? Incómoda por hacerle daño, por mirarle a los ojos y que no paren de salir "lo sientos" como las veces que respiro.
¿Horrible? Soy el monstruo al que todos temen. Soy el daño irreemplazable en una pareja.
Soy el dolor que nadie quiere.
Situación fangosa en la que me he metido de lleno. Como si de unas arenas movedizas se tratasen, y te ahogasen las lágrimas y las palabras, porque sí, porque ya no sabes de que más formas pedir perdón.
Porque ya es tarde. Porque el dolor ya está hecho.
Porque los hechos ya lo dicen por si solo.
Porque a él no le merezco.

domingo, 26 de abril de 2015

¿Otra vez? Creo que llevaba tiempo deseando besar sus labios de nuevo, y sí, ha vuelto a suceder