jueves, 15 de noviembre de 2018

Los ojos no mienten.
Después de haber pasado una de las etapas más duras de mi vida, en el que la depresión imperaba a sus anchas por mi vida, miro a fotos de esos meses y veo la tristeza en los ojos.
Veo unos ojos apagados, fuera de sí, sin vida alguna. Que sollozan por hechos, palabras y sobre todo dolor.
Veo la tristeza acumulada. Las noches en vilo. Los pensamientos matándome poco a poco.

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