jueves, 15 de noviembre de 2018

Los ojos no mienten.
Después de haber pasado una de las etapas más duras de mi vida, en el que la depresión imperaba a sus anchas por mi vida, miro a fotos de esos meses y veo la tristeza en los ojos.
Veo unos ojos apagados, fuera de sí, sin vida alguna. Que sollozan por hechos, palabras y sobre todo dolor.
Veo la tristeza acumulada. Las noches en vilo. Los pensamientos matándome poco a poco.

martes, 8 de mayo de 2018

Y un gesto, un emoticono, una foto, una interacción.... El dolor cuando es fuerte no cambia. Duele más y más y no para.
Es incesante y no para hasta que te rompe más.
Esto es igual.
No para,
Me persigue,
Me atosiga,
Me agobia,
Me genera estrés.

Y eres tú el culpable de todo...
Una daga en el corazón duele menos que tú.

domingo, 6 de mayo de 2018

Cansada. Harta. Sin aliento.
Soy la última persona en tu lista de contactos.
Soy la última con la que compartirías algo, por que apenas compartes nada.
Soy la última para todo.

Dices que te interesas, pero solo dejas un vacío cada vez más grande. Mayor.
Dices que quieres ayudarme, pero lo único que haces es hacerme más y más débil.
Dices que no me vaya de tu vida, pero tu tampoco quieres estar en la mía.

Dices y haces. Haces y dices.
Haces y deshaces a tu antojo. Y mientras yo, rota como nunca.

viernes, 20 de abril de 2018

El alma está en pena y rota y no sabe como consolarse. Tiene ganas de desaparecer de mi y quitar la esencia. Tiene ganas de irse para siempre.
Y no es que solo el alma tenga ganas, sino que el cuerpo se las da. Y duele.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Y te echo de menos
cuando me decías que querías un nesquik
a las 3 de la madrugada.
Y te echo de menos
cuando me decías que me querías.
Y te echo de menos
cuando paseábamos por Madrid,
cada uno pensando en lo suyo
pero juntos,
sin que nada nos detuviese.
Y te echo de menos
cuando me besabas la espalda
en cualquier probador de ropa.
Y te echo de menos
con esos arrebatos de amor que te daban.
Y te echo de menos
en mi cama.
Y te echo de menos
cuando eras tú
él único que tenía para
llorar.
Y te echo de menos
cuando bajabas del escenario
y me buscabas
porque
siempre te felicitaba al
terminar.

Y te echo de menos.
Porque sin ti
no soy yo.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Y te echo de menos y te quiero.
Y no concibo estar sin ti.
Me duele el hecho de estar así. De que sea insignificante para ti, aunque tu digas lo contrario. Que el daño que me hacías no era daño físico, sino daño sentimental. Me atacabas los sentimientos como una carnívoro ataca a su presa.
Y pienso que todo podría haber salido bien, pero tú no quisiste.


Y pasan los meses y echo de menos tus abrazos.
Y pasan los meses y echo de menos tus besos.
Y pasan los meses y echo de menos tus caricias.


Y pasan los meses y te echo de menos.